Anatolio Alonso Crespo y Andrés Espino del Río
Hoy, por fin, el campamento Matemáticas en la Montaña ha comenzado, después, eso sí, de un viaje hasta Canfranc más o menos agotador, dependiendo del origen de cada uno de nosotros. Y también después de una noche que pasamos conociendo los rostros de nuestros nuevos compañeros.
Cansados por haber madrugado casi por primera vez en este verano, hemos llegado al colegio de educación primaria de Canfranc Estación (CEIP Los Arañones). Hemos asistido al acto de apertura ofrecido por los codirectores del campamento, el consejero técnico del Ministerio de Educación, el Presidente de la FESPM y el alcalde del municipio de Canfranc. Este acto ha girado en torno a los diferentes agradecimientos a todas aquellas personas y organizaciones que han hecho esta aventura posible, entre ellos la FESPM, el Ministerio y las diferentes consejerías de Educación.
Entre las ideas que se dijeron las que más nos llamaron la atención fueron la concepción de la educación como uno de los más importantes pilares de nuestra sociedad, como una inversión de futuro que nos dará buenos profesionales. Por otro lado, nos hicieron ver que este era un programa dedicado como un premio a aquella gente que tenía la capacidad de dar un poco más, ampliando sus conocimientos de forma ”horizontal” y ”no vertical”, es decir, no adelantando conocimientos de futuros cursos sino reforzando con aquellas cosas que por razones de tiempo no se pueden incluir en el programa educativo.